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¡CÓMO LA GALLINA!


Dios tiene muchas maneras de hablar: Él puede usar un buen mensaje predicado tanto como un sin número de singulares detalles a nuestro alrededor; un árbol, una flor, las gotas de lluvia, pero también una gran tempestad. Esto se debe a que Dios es Dios y Él puede hablar de la manera que quiera. Sin embargo, para que las personas podamos escuchar Su voz, debemos tener oídos humildes para recibir Su mensaje.

Todos hemos sido testigos en estos últimos días y con mucha tristeza la forma en que el huracán Fiona trastocó fuertemente a Puerto Rico, República Dominicana y otras pequeñas islas. Además de lo que ya es obvio ante nuestros ojos con respecto a la gran necesidad que nuestros hermanos atraviesan. Allí en medio del gran desastre desatado en Puerto Rico, fue hallado un detalle muy singular donde puede discernirse la voz de Dios que hoy comparto en Mis Letras.

En medio de escombros se encontró la imagen que acompaña esta reflexión. Y que nos muestra a una gallina, que, en medio de la tempestad de Fiona, mantuvo a sus polluelos bajo sus alas sin abandonarles ni un solo instante. De inmediato vino a mi oído espiritual el verso de Mateo 23:27 “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!

Esta Palabra no se refiere solo a Jerusalén. La ciudad de Jerusalén representa a todas las personas que Dios intenta alcanzar de diferentes maneras. Y Él intenta constantemente alcanzar la autosuficiencia a la que el ser humano inútilmente vive aferrado. El mensaje de Dios es simple; ustedes me necesitan desesperadamente. Y mi deseo es juntarles, cuidarles y bajo mis alas refugiarles. La autosuficiencia impide escuchar los consejos de Dios, tanto como recibir su ayuda y auxilio.

¡Cuántas veces quise…! ¿Cuántas veces Dios envió algo o alguna situación para ayudarlo y usted se resistió? ¿Cuántas veces Dios le extendió la mano para salvarle, enseñarle, cuidarle y usted lo rechazó por causa de la autosuficiencia? Dios dejó esta Palabra para comprobar que Él lo intentó una innumerable cantidad de veces, pero usted no quiso; muchos no han querido y lo han rechazado una y otra vez.

Después del versículo mencionado anteriormente, Dios concluyó diciendo: “He aquí vuestra casa os es dejada desierta. Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor” (V.28). Él quiso decir así: “Ya que deseas quedarte sólo y hacerlo sólo, cumpliré tu deseo, te dejaré y tu casa quedará desierta”.

Si resistimos todos los intentos de Dios para alcanzarnos, cuidarnos y salvarnos, entonces, cuidado con el día en que Él cumpla lo que deseamos y nos sorprenda su venida.

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