“Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza los que me aborrecen sin causa; Se han hecho poderosos mis enemigos, los que me destruyen sin tener por qué. ¿Y he de pagar lo que no robé?” Salmos 69:4
Las palabras expresadas en el Salmo 69 corresponden al Señor Jesús y las escribió el salmista inspirado por el Espíritu Santo.
Éstas palabras describen a un sin número de asaltantes que van en aumento robando a Dios y se encuentran prófugos de Su justicia. Ellos son enemigos de Dios en aumento; porque han amado al mundo más que a Dios.
Bien lo describió Santiago “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.” Santiago 4:4
Nuestro Dios ha sido asaltado y robado. No; no tiene que ver con el dinero, sino con el pecado del hombre. Se le ha robado servicio, adoración, tiempo, obediencia y honra.
Se le ha robado servicio porque el hombre se volvió para servir a sí mismo, al pecado y a Satanás. Se le ha robado adoración porque el hombre se inclinó ante imágenes talladas. Se le ha robado tiempo, porque el hombre se ha rendido ante los entretenimientos del mundo. Se le ha robado obediencia porque el hombre rechazó la autoridad de Dios, abrazando su independencia. Se le ha robado honor, porque el hombre no ha querido honrarle con la santidad debida.
Y el Señor Jesús dijo: ¿Y he de pagar lo que no robé? Salmo 69:4.
La respuesta es sí; y lo hizo. Vino a pagar lo que no robó; para restituir nuestra salvación, servicio, tiempo, obediencia, adoración y honra al Dios que todo lo merece.
Así que; ¡Arriba las manos! Y deja de huir. Déjate arrestar por el amor y el perdón del Señor. El ha pagado tu deuda.
Pablo lo describió de la siguiente manera...
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” 2 Corintios 5:21
Amen!!me emcanta